ojos cerrados … oídos sordos
Nuevamente
nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó recurre a la solidaridad del
país y del mundo para dejar constancia de las últimas agresiones que hemos
sufrido por parte de este Estado-paramilitar que cada vez revela más su talante
criminal.
Es evidente el
avance incontenible del paramilitarismo en la región. Las organizaciones
campesinas de la región denuncian la presencia asfixiante del paramilitarismo,
como fenómeno que sucede a la desmovilización de frentes de las FARC. Desde el
pequeño comerciante hasta el gran empresario se sienten asfixiados por las
vacunas que les imponen y por el control a la manera de pensar y de organizarse
que llega hasta prohibir las denuncias de su presencia y a amenazar de muerte a
quien los denuncie. Se sabe que los grandes empresarios de Apartadó les
manifestaron a los militares que ya no aguantan más las vacunas, pero los
militares siguen sin mover un dedo para impedir su presencia y sus acciones
extorsivas.
Los últimos
hechos de los cuales dejamos constancia son los siguientes:
·
El domingo 1 de octubre de 2017 en la vereda El Porvenir, de
San José de Apartadó, al amanecer, un grupo de ladrones no identificados
hicieron presencia en varias viviendas de la población y robaron bienes como:
aparatos eléctricos, instalaciones eléctricas y luego huyeron.
·
El jueves 5 de octubre de 2017 un numeroso grupo de
paramilitares, provenientes del corregimiento de Nuevo Antioquia de Turbo,
llegaron al sitio conocido como Cantarrana, ubicado entre las veredas de
Mulatos Medio y La Esperanza, de San José de Apartadó, y se ubicaron allí,
donde siguen haciendo presencia hasta hoy, identificándose como autoridades de
la zona.
·
El viernes 6 de octubre de 2017, cuando un grupo de personas de
la vereda La Esperanza iban a recoger una carne de una res recién sacrificada,
fueron interceptados por un grupo de paramilitares quienes les preguntaron si
eran de la Comunidad de Paz; como ellos callaron por miedo, los paramilitares
les dijeron que eran muy jóvenes y que no deberían poner en riesgo sus vidas;
que deberían retirarse de la Comunidad de Paz que se la pasaba haciendo
denuncias sobre la presencia de ellos en la zona y por eso los tendrían que
matar algún día.
·
El sábado 7 de octubre de 2017, pobladores de la vereda Arenas
Bajas de San José de Apartadó percibieron nuevamente la presencia de un fuerte
contingente de paramilitares en el sitio conocido como La Máquina, de Arenas
Bajas, los cuales se desplazan continuamente por el cañón que comunica a Arenas
Bajas con la vereda Caraballo de Turbo, zona donde llevan ya muchos meses de
presencia armada, definiéndose como autoridad suprema de la zona, sin que las
autoridades militares o policiales hagan nada para reprimirlos.
·
El mismo sábado 7 de octubre de 2017, sujetos en trajes civiles
portando armas cortas llegaron a la Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra, de
nuestra Comunidad y de Paz, ubicada en la vereda Mulatos Medio y durante varias
horas estuvieron explorando el terreno y observando a las familias que allí
viven, unos dentro de la finca y otros en los alrededores.
·
El mismo sábado 7 de octubre de 2017, en la vereda La
Resbalosa, de San José de Apartadó, un informante puesto allí por los
paramilitares, ha sido visto recorriendo las veredas aledañas buscando informaciones
sobre cada familia que habita en la zona; este día abordó a un poblador amigo
de la Comunidad y se presentó como paramilitar que representa al grupo armado
en el control de toda la población del área.
·
El mismo sábado 7 de octubre de 2017, paramilitares que han venido
haciendo presencia en el sitio Cantarrana de la vereda La Esperanza, lanzaron
amenazas contra nuestra Comunidad de Paz afirmando que para ellos la Comunidad
de paz es un estorbo porque denuncia su presencia y por ello el ejército sube a
llamarles la atención y entonces ellos afirman que la Comunidad de Paz no
quiere paz sino guerra, por las denuncias que hace, pues si quisiera la paz, no
los denunciaría y aceptaría su dominación en la zona.
En estos casos no se trata de fenómenos nuevos. Todo esto viene
siendo denunciado desde hace mucho tiempo. La Mesa de Diálogo de La Habana se
vio obligada a dejar de lado las tesis del gobierno y de las fuerzas armadas de
que “el paramilitarismo ya no existe” ante la enorme cantidad de denuncias que
llegaban sobre sus crímenes, pero redactaron un documento que no tenido ningún
efecto. Se puede decir que todas las instituciones del Estado: Presidencia,
Ministerios, cuerpos legislativos, organismos de control, cortes, Fiscalía,
Procuraduría, Juzgados, Defensoría, etc, están inundados de denuncias sobre sus
acciones, pero no se percibe la más mínima voluntad política para perseguirlos.
La connivencia del Estado con estos grupos es absoluta, ya sea por acción o por
omisión.
Nuestra Comunidad de Paz agradece una vez más a todas las personas,
grupos, organizaciones, comunidades, municipios o grupos de municipios, que nos
dan fuerza moral para continuar en la resistencia ante la ignominia y les
reafirmamos nuestra voluntad de no claudicar.
Comunidad de Paz de San José de Apartadó
Octubre 13 de 2017
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