Nuestro mapa paramilitar Sobreviviendo en medio de un Estado y Establecimientos criminales
Nuevamente nuestra Comunidad de
Paz de San José de Apartadó se ve en la necesidad de acudir al país y al mundo
para dejar constancias de los últimos hechos de los cuales hemos sido víctimas
por parte de los paramilitares que cada vez someten más a nuestra región al
exterminio, acabando con todos los valores de la vida campesina y sometiendo al
poblador civil a una guerra que, en lugar de extinguirse, se reactiva sin cesar.
Estas estructuras paramilitares
están invadiendo las veredas del corregimiento de San José de Apartadó y en su
camino arrastran a todo el que se encuentran a su paso para someterlo a su ideología
y a sus proyectos paramilitares. Hoy son muchos los menores de edad que han
sido reclutados por esas estructuras paramilitares, utilizándolos para
controlar y amenazar a la misma población campesina de su entorno.
En el casco urbano de San José los
paramilitares han manifestado a la población civil que cuentan con una zona de
reclutamiento en la vereda Arenas Bajas, donde están forzando a mucha gente a
ingresar a la organización paramilitar.
La Brigada XVII del Ejército,
con sede en el municipio de Carepa, nunca ha tenido el interés de contrarrestar
el paramilitarismo en Urabá; por el contrario, es evidente su fuerte
complicidad con estos paramilitares en la zona de San José, pues allí conviven
militares y paramilitares apoyándose mutuamente, coordinando todas sus acciones
y guardándose mutuamente las espaldas, con la complicidad adicional de las
instituciones judiciales y administrativas. Allí los militares y paramilitares
permanecen las 24 horas del día armados en medio de la población civil.
Los hechos de los cuales
dejamos son los siguientes.
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El martes 29 de Mayo
de 2018,
en la vereda Mulatos Medio del corregimiento de San José, hizo presencia un
grupo de 5 paramilitares uniformados con prendas de uso privativo de la fuerza
pública y portando armas largas, luego fueron vistos en el punto conocido como El
Barro, de dicha vereda.
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El viernes 1º de
junio de 2018,
a las 9:00 am, en el punto conocido como El Barro, de la vereda Mulatos, del
corregimiento de San José, pasaron dos paramilitares portando uniformes y
fusiles de uso privativo de la fuerza pública. Allí fueron identificados como
paramilitares por pobladores de la vereda.
·
El
sábado 2 de junio de 2018, los mismos paramilitares que habían estado
patrullando por la vereda Mulatos Medio, fueron vistos acantonados ilegalmente
en la finca del señor Aníbal, conocido por el apodo de “Demonio”, y en la finca
del señor Muñoz, en la vereda La Esperanza. Desde allí están lanzando
operativos de control de la población civil en las veredas Mulatos, Unión Carepa,
Resbalosa y La Hoz, del corregimiento de San José.
·
El Domingo 3 de
Junio de 2018,
en horas de la madrugada fue asesinado el señor JOHNY MANUEL MARTINEZ de 52
años quien actualmente vivía cerca a la vereda la Balsa de San José de
Apartadó, el asesinato ocurrió en la carretera que conduce del municipio de
Apartadó hasta San José en el punto conocido como tierra amarilla, según
pobladores de la zona fue asesinado con armas blancas(machetes), estos hechos
son atribuidos al paramilitarismo que viene controlando con amenazas a todo el
campesinado de San José de Apartadó y sus veredas, pues casos como este ya han
pasado en otras ocasiones en el cual han resultado muertos líderes sociales y
que después son pasados como tragedias por problemas personales entre el mismo
campesinado, es claro que los paramilitares con el consentimiento de la fuerza
pública están asesinando a mucha gente en muchas regiones del país y la forma
para hacerlo es utilizando MACHETES para que después se pueda cubrir y decir
que no fue un hecho por un grupo armado si no hechos entre campesinos por
problemas personales en la zona, así lo han redactado ya muchos medios de
comunicación al servicio del Gobierno y los paramilitares en Urabá y el resto
de país.
·
El Jueves 7 de Junio
de 2018,
en horas de la tarde un grupo de 8
paramilitares portando uniformes y armas de uso privativo de la fuerza pública
izo presencia en el camino que conduce desde san José de Apartadó hasta la
vereda Mulatos de dicho corregimiento, allí alzaron sus armas poniéndolas al
tiro para matar en el momento en que miembros de nuestra comunidad de paz se
disponían a llegar hasta la finca donde actualmente viven. Estos paramilitares
llevan mucho tiempo con presencia por las veredas de San José, allí están
extorsionando, amenazando de muerte y no
son molestados por ninguna autoridad competente.
·
Hoy 8 de Junio de
2018,
en horas de la mañana de nuevo se notó la presencia de los paramilitares en la
vereda Mulatos de San José de Apartadó pues fueron vistos pasar en un grupo
grande por los caminos como si fueran de la fuerza pública de Colombia y aún
permanecen allí en este momento sin ser molestados.
Ahora no se encuentra ninguna vereda
de San José de Apartadó que no esté controlada por los paramilitares y lo peor
de todo es que la fuerza pública también está en esos lugares, lo cual, en vez
de servir como protección para la población civil, ha servido es para proteger a los paramilitares, para que así
puedan controlar todo el territorio.
Aquí los paramilitares hacen lo que les da la gana con la población
civil que vive en sus tierras recibidas de sus ancestros, y llevan al campesino
a doblegarse y someterse a ellos, ya sea cobrándole grandes vacunas o impuestos
ilegales, ya sea forzándolo a trabajar para ellos, causándole graves daños a otros
pobladores, quienes son amenazados por no venderles sus tierras a los
paramilitares.
Ya hemos dejado constancia de
todas estas barbaries que vive nuestra la zona a causa de ese accionar conjunto
de paramilitares con la fuerza pública y nadie hace nada para parar esto.
Está claro que en la vereda
Arenas Bajas hay un centro de reclutamiento de menores de edad quienes son
llevados allí y entrenados para matar y extorsionar a la población de la región
y que hay allí una serie de mandos paramilitares, como son: alias NUVE, alias
CABALLO, alias MAJUTE, quienes despliegan comandos por las veredas Arenas Altas,
La Unión, El Cuchillo, Buenos Aires, El Guineo, La Antena, las Nieves, El
Porvenir, El Gas, Bella Vista, El Salto, La Balsa, La Victoria, y el centro urbano
de San José de Apartadó.
Otro centro de control ha sido
por muchos años el que está ubicado en el corregimiento de Nuevo Antioquia, del
municipio de Turbo, con una serie de mandos como alias PANTERA, quienes desde
allí están controlando las veredas Playa Larga, La Esperanza, Rodoxalí, La Hoz,
Resbalosa, Mulatos, Naín y otras.
De igual manera está el control
ejercido desde Piedras Blancas, corregimiento de Carepa, Antioquia, desde donde
controlan las veredas Caracolí, Campamento, El Cerro, El Jardín, La Luna, El
Llano, Saiza, Belén, Miramar, Cristalina, El Mariano y La Unión- Carepa.
Todos estos mandos
paramilitares están ubicados en diferentes puestos de control en los alrededores
de San José de Apartadó y a la vez están altamente ligados a la Brigada XVII del
Ejército, con sede en Carepa, que es la que tiene jurisdicción en estos
municipios con sus corregimientos y veredas.
Nuestra comunidad ha tenido que
sobrevivir más de 21 años frente a este fenómeno paramilitar creado por los
gobiernos de Colombia y protegidos por sus fuerzas militares con la complicidad
activa o pasiva de sus demás instituciones, tantos las judiciales para
brindarles total impunidad, como las administrativas para camuflarlas y
cubrirlas con diversas cortinas frente a la opinión nacional e internacional.
Ya son muchos los derechos de petición y las constancias que han quedado como
prueba de que el gobierno nacional y las diversas instituciones del Estado no
quieren enfrentar el derrumbe de la institucionalidad que este dominio
paramilitar ha ido evidenciando. Cada vez más, la vida humana y digna es
inviable.
Nuestro humilde esfuerzo como
Comunidad de Paz que resiste civilmente frente a las fuertes amenazas que nos
cercan a diario, continuará impulsando este proyecto de vida que hemos
construido en medio de la muerte y por eso dejamos claro que queremos una
región sin grupos armados, donde nuestros hijos puedan crecer sin ser
reclutados para la guerra.
Agradecemos de corazón a todas
aquellas personas y organizaciones que desde muchos lugares de Colombia y del
mundo nos han sostenido con su fuerza política y moral y que a la vez han
creído en este proceso de Comunidad de Paz como una alternativa para buscar la
verdadera paz en nuestro territorio.
Comunidad de paz San José de Apartadó
Junio 8 de 2018