Pascua: entre memorias y reciclajes del terror
En la semana de Pasión y de
Pascua, nuestra Comunidad siguió su tradición consolidada de recorrer los
caminos ensangrentados en donde se les arrancó la vida a centenares de
integrantes de nuestro proceso. Es la pasión de Jesús reciclada permanentemente
por nuestro criminal Estado colombiano.
Este Viernes Santo de 2021
peregrinamos por los caminos de las veredas La Linda, La Sucia y La Cristalina.
Estuvimos en el sitio donde fue perpetrada por el ejército la horrenda masacre
de jóvenes en el amanecer de 26 de diciembre de 2005. Previamente miembros de
la Brigada XVII habían cooptado a los hermanos Ovidio, Albeiro y Lubín Cardona
Borja, quienes eran milicianos de las FARC, con el fin de que trabajaran para
el ejército como infiltrados y prepararan una gran fiesta de Navidad con amplio
consumo de licor; así podrían sorprender ebrios a numerosos jóvenes de la zona y
masacrarlos, confiando en que entre ellos caerían algunos milicianos. El
General Zapata dio el falso Parte a los medios mostrándolos como “guerrilleros muertos en combate”. Entre
las 6 víctimas fatales cayeron integrantes de nuestra Comunidad y los hermanos
Cardona cobraron como cuota de sangre 4 millones de pesos por cada víctima,
sumas que el ejército les canceló inmediatamente, mientras esos victimarios se
integraban de lleno a la tropa paramilitar, usando uniformes y armas de uso
privativo del ejército y rindiendo declaraciones falsas ante fiscales cooptados
por los militares para alimentar montajes judiciales de atrevida falsedad y
suciedad.
En ese mismo recorrido pasamos
por el sitio donde la guerrilla de las FARC asesinó, el 6 de octubre de 1997, a
tres líderes de nuestra naciente Comunidad de Paz: Ramiro Correa, Fernando
Aguirre y Luis Fernando Espinosa, cobrándonos así el respeto con que cumplíamos
nuestro Reglamento, en el cual se prohibía vender alimentos a cualquier actor
armado.
En ese mismo recorrido estacionamos
en otros numerosos lugares ensangrentados: desde el sitio donde los militares
le arrancaron la vida a la niña de 3 años Mildrey Dayana David Tuberquia, el 18
de marzo de 2003, hasta el sitio en que sus auxiliares paramilitares masacraron
al joven Weber Andrés Garzón, el 18 de agosto de 2019 por negarse a cumplir sus
absurdas órdenes. Visitamos también las ruinas de la vivienda de la familia
Arenas Román, cuyo padre, Ignacio Arenas, fue bajado de un chivero y asesinado en
la vía a Apartadó, el 25 de agosto de 2000 y sus tres hijos: Luz Analia,
Hernando y Duver Antonio, masacrados un mes después, el 23 de septiembre de
2000.
Pero mientras la memoria nos
revivía los horrores del pasado, las denuncias actuales nos convencen de que el
Estado que nos domina sigue demostrando su carácter GENOCIDA, con un afán
desaforado por exterminar a todo grupo que no se ajuste a su modelo excluyente,
paramilitar y asesino, tal como se comprobó en las recientes audiencias del
Tribunal Permanente de los Pueblos, realizadas en Bucaramanga, Bogotá y
Medellín entre el 25 y el 27 de marzo de 2021.
Ponemos en conocimiento del país
y del mundo los últimos hechos que nos preocupan profundamente:
- El lunes 22 de marzo de 2021,
dos pobladores del caserío de San José fueron amenazados por los
paramilitares, quienes los trataron de “sapos” o informantes. Uno de los
paramilitares anunciaba: “va a
correr de la colorada” (refiriéndose a nuevos derramamientos de
sangre).
·
El
domingo 28 de marzo de 2021
un personaje extraño, con la cara cubierta, estuvo recorriendo, de manera muy
sospechosa, la parte del río El Cuchillo que bordea nuestro asentamiento central
de San Josesito, como inspeccionando su topografía con miras a algún plan de
acción. A raíz de esto, otras personas informaron que en días pasados habían
visto a otros personajes sospechosos haciendo similares recorridos por el río.
·
En
la última semana de marzo de 2021,
en la vereda El Porvenir se vio transitar a un grupo de jóvenes reclutados y
entrenados por los paramilitares.
·
En
la última semana de marzo de 2021,
pobladores de la vereda El Porvenir manifestaron su propósito de vender sus
tierras porque, según ellos, “ya los
paramilitares no los dejan trabajar”.
·
El
martes 30 de marzo de 2021, a la 01 del amanecer, paramilitares
movilizados en motos distribuyeron panfletos en diversas veredas de San José de
Apatadó. Uno de esos panfletos fue dejado en el asentamiento de San Josesito de
nuestra Comunidad de Paz. Las cámaras captaron el momento en que llegaban en
moto a dejar los panfletos.
Todos los episodios reseñados
evidencian el dominio paramilitar de la zona, donde se comprueban
reclutamientos, entrenamientos, reuniones, imposición de normas y cobros de
impuestos a su amaño, presiones sobre pobladores para convertirlos en aliados y
amenazas contra potenciales informantes, concentrando nuevamente las amenazas
en anuncios de exterminio de nuestra Comunidad de Paz, en la cual ven un
estorbo para sus planes de dominio, pues nuestra Comunidad no comparte ni de
lejos sus perversos principios.
Es de público conocimiento,
además, que en los alrededores de la base militar se ha establecido una caseta
de fuerte consumo de licor en las noches, donde los paramilitares acuden
armados. Es también preocupante el aumento de civiles armados que se movilizan
por la carretera, multiplicándose la fuerza paramilitar ante la tolerancia
absoluta de las instituciones.
Con nuestro saludo de Pascua,
deseándoles felicidades, agradecemos nuevamente a las comunidades que desde
tantos sitios del país y del mundo siguen manifestando su solidaridad fraterna
con nuestra causa.
Comunidad de Paz de San José de
Apartadó
Abril 6 de 2021
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